¡Se logró! El «eeeehh pu…» desapareció del Azteca
Parece que después de muchos intentos, la gente entendió y se solidarizó con su Selección. Y es que esta noche, durante el partido contra Panamá, los aficionados mexicanos se abstuvieron del famoso grito en contra del portero rival a la hora de festejar, ese que –con razón o no- la FIFA tachó de homofóbico.
Desde el primer tiempo, cuando Luis Mejía se disponía sacar de arco, la gente guardó silencio o simplemente le silbó, en su gran mayoría. Muy contados le gritaron “puto”, en realidad sus voces eran prácticamente imperceptibles, por lo que el partido pudo continuar sin problema alguno.
De tal forma, en Santa Úrsula pusieron el ejemplo de cómo sí se puede apoyar a México sin ofender al rival. Habrá que ver si en encuentros de mayor relevancia se mantiene este mismo comportamiento. (Alejandro Alfaro