¡No hubo fantasmas ni goleadas que se repitieran en el Mineirão! Brasilfue eficaz y contundente ante su acérrimo rival, Argentina, para ganar 2-0 y avanzar a la Final de la Copa América 2019 el próximo domingo 7 de julio en el mítico Maracaná.

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Roberto Firmino, Gabriel Jesús, Dani Alves y Alisson Becker fueron los jugadores que guiaron, y lucieron, ante una Albiceleste que jugó bien por momentos, pero que no le fue suficiente para sacar al anfitrión.

El Estadio Mineirão presentó un formidable ambiente con un lleno descomunal. No cabía nadie más de los posibles en el recinto de Belo Horizonte para el Clásico Sudamericano.

En el trámite del partido, Brasil empezó controlando el esférico en los primeros minutos, pero fue Argentina con un remate de Leandro Paredes que enmudeció por segundos el estadio con un disparo que pasó apenas por un costado de la meta de Alisson.

Brasil a la primera que tuvo definió en el área de Franco Armani. Gabriel Jesús abrió el marcador, al 18′, con tiro dentro del área después una excelsa jugada previa de la Verdeamarelha por parte de Dani Alves para que Firmino asistiera al jugador del Manchester City.

Con el paso del tiempo, fue la Albiceleste quien se adueñó de la redonda y la Canarinha jugaba a la contra. Messi siempre tenía que bajar antes de mediocampo para tener la pelota e intentar crear juego a favor de su selección, pero la buena marca de Casemiro y Arthur, impedía al 10 poderse mover con facilidad en el terreno de juego.

Argentina estuvo cerca de empatar al minuto 30, pero un remate de Sergio Agüero se estrelló en el travesaño con un Alisson ya vencido. El ariete, campeón de la Premier, tuvo otra ocasión clara al 36′ pero erró disparo a puerta.

Los pamperos empezaron mejor el segundo tiempo con oportunidades de gol. Primero con tiro de Lautaro Martínez que contuvo Alisson, y después con disparo a la grada de Rodrigo de Paul. Pero la más peligrosa fue el tiro de Messi que se estrelló en el poste derecho de la portería de la Canarinha.

La mejoría de Argentina fue notoria y controló las acciones a placer. Alisson se alzó como figura al tapar, de manera descomunal, un tiro libre de Messi que iba al ángulo y que el guardamenta del Liverpool contuvo con ambas manos sin dar rebote.